Ardales

Según nos cuentan ARDALES era el nombre prehistórico del lugar. Y a partir de la conquista árabe, hecho que ocurrió en el año 716, el pueblo se denominó Ard-Allah, que significa “tierra o jardín de Dios” en árabe. La leyenda envuelve la historia de la villa con las ruinas míticas de ciudadelas tan fantásticas como Bobastro -La ciudad encantada-. Que, sin embargo, sí existieron en la realidad.

En un tiempo lejano estas tierras pertenecieron a un reino insólito y estrafalario. Su soberano, Omar Ben Hafsun, descendiente de mozárabes. La localidad adquiere una gran importancia en el siglo IX. Sobre la Peña de Ardales sobreviven los muros del castillo que, junto a otros numerosos alcázares, defendió la que era su plaza fuerte: Bobastro. A esta legendaria ciudad de Omar Ben Hafsun se llega por una estrecha pista de alquitrán que asciende sin descanso entre los bosquetes de pino carrasco, desvelando el insólito paisaje de las Mesas de Villaverde, en cuya cúspide dormitan las ruinas de Bobastro.

Un sendero de escalones tallados en la roca del monte llevan hasta la supuesta iglesia. La vereda serpentea desconcertante por la abrupta pendiente. La iglesia mozárabe no tarda en aparecer, excavada en la roca, donde se identifican tres naves diferenciadas con arcos de herradura y un testero donde se localizan tres capillas>>.

Nos dicen que desde el año 716, el pueblo se denominó Ard-Allah, que significa “tierra o jardín de Dios” en árabe. Esto parece bastante improbable, los beréberes que entraron en la península el año 711, no pudieron traer el árabe, simplemente porque no lo sabían. Antes de la llegada del Islam al Norte de África, su lengua materna era el berebere y su lengua culta el latín. El Islam llegó al norte de África sólo quince años antes del 711, que era la fecha de su cruce del estrecho de Gibraltar. Por ejemplo San Agustín que era del norte de África, lo escribió todo en latín, que era su lengua culta. Aunque usara la lengua materna, con su familia, paisanos y amigos, según escribió él mismo en sus CONFESIONES.

En mi opinión Ard-Allah, lo único que tiene que ver con el árabe, es, que fue la adaptación del antiguo nombre ibero-tartésico ARDALES a la grafía árabe. No creo que el nombre ARD-ALLAH lo utilizaran nunca los habitantes de ARDALES. Aparte de que la mayor parte de topónimos, no todos, suelen relacionar su nombre con su situación geográfica. El árabe, como lengua materna, sólo lo utilizaban una ínfima minoría. He dicho lengua materna. La lengua árabe a través de la religión, la administración el arte y la cultura, alcanzo una de las más altas cotas de civilización de aquella época. Sin embargo los beréberes actuales que se islamizaron antes que nosotros y todavía lo están, siguen utilizando el árabe como lengua oficial y el berebere, como lengua materna. El mismo caso hemos tenido con el latín, hasta hace cuatro días, se hacían aquí las misas en latín, y no lo entendía ni Dios, y muchos de los curas tampoco.

La aportación étnica, tanto de romanos como de beréberes o árabes fue insignificante. Esto le hizo decir a Unamuno, <<aquí se ha hablado de fenicios, griegos, cartagineses, celtas, romanos, godos, árabes, etc. Cuando en realidad eran cuatro motas de polvo sobre la roca viva>>.

Sé, que el tema del vasco-iberismo es muy polémico, y para no entrar en polémicas estériles, prefiero usar la toponimia para estudiar el vasco-iberismo, pues nadie podrá decir sin hacer el ridículo, que la mayoría de topónimos son de tardía fundación.

ARDALES, AR-D-AL-ES lo traducimos por AR = PEÑA, D equivalente a T = ALTO, AL = EL y ES = PEÑAS. Vemos que AR y ES = PEÑA, los vasco utilizan el doble adjetivo para reforzar el sentido de la frase. Y el significado sería LA PEÑA GRANDE y ALTA.

Vamos con BOBASTRO, BO-BAS-TRO que traducimos por BO = ALTO, BAS = BOSQUE, y TRO derivado de TOR = CUMBRE, con el significado de LA CUMBRE DEL ALTO DEL BOSQUE, que como vemos coincide con la situación geográfica que nos refieren.

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